Felman Ruiz nació en La Paz en 1989. Forma parte del taller de poesía Llamarada Verde. Ha publicado el libro “Fauces o de belleza magra” (Editorial 3600), y ha colaborado en diferentes revistas y fanzines. Además de dedicarse a la poesía y a la narrativa, explora la fotografía, es Ingeniero Industrial, y Máster en Administración de Empresas y Negocios Internacionales.

SOBRE UNA CITA QUE HABLA DE LAS PALABRAS

Cuando pienso en el filo de las palabras,
viene a mi mente la naturaleza del escalpelo y la obsidiana
en el corte en la carne que resulta preciso
en la herida que no se sutura más
en la humanidad obsesionada
con los objetos puntiagudos

Cuando pienso en la bondad de las palabras,
viene a mi mente el bote salvavidas
el arreglo floral sobre la mesa del enfermo
la curvatura de una mano
que consuela un rostro ajeno al suyo
la misericordia que emana desde adentro
a través de la garganta
y nos hace más humanos
(si es que eso es posible)

Pienso en las palabras que hieren
que lastiman
las que curan
las que cuestionan
las que definen
las que dudan
las palabras que plantean certezas
las otras que se esconden en la incertidumbre
las palabras que coronan
las que concluyen
las que derrocan
las palabras que muerden como jauría
las palabras que se elevan como bandada
las palabras que mutilan que acallan
las palabras que alivian que palpitan
las palabras que incendian
el alma la noche esta copa
esta intención de luminaria

Cada palabra nace plagada de intenciones
y ya lo dijo Sartre:
Cada palabra tiene consecuencias.


HEBRAS

Una hoja de afeitar
abre una vena desertora
sobre el agua de caño
y un hilo rojo
se acrecienta zigzagueante
sobre la escena

Con los minutos
el hilo rojo crece en caudal
mientras el agua
va ganando en matices
que van de lo incoloro al escarlata

Las líneas rojas se multiplican
encuentran su delta
a la altura del desagüe
el acero inoxidable es su desembocadura
una mínima espiral la última caída
Es la vida que se va drenando
por entre las cañerías
escapándose
por la red de saneamiento

Es la última danza exploratoria
del hilo desatado del ovillo
que va buscando una dirección
como si eso le diera un propósito.


SUCESIÓN

El fruto no cae lejos del árbol
me dijo mi padre el día en que más intentaba diferenciarme de él
le dije que hay semillas que son devoradas por pájaros
que tienen otros planes
quizás menos mezquinos
y en esa metáfora de árboles y pájaros
yo quería establecer una distancia segura de Cronos
alejarme de su paranoia de oráculo
de las sombrías pinceladas del cuadro de Goya

“Los hijos matan a sus padres”, siempre decía
Y al final
ni el fruto cayó lejos del árbol
ni mi padre se equivocó tanto con su profecía.

A TREE DREAMING – «En el desierto de Strzelecki, en Australia, una bandada de galahs -Eolophus roseicapillus- se reponen en la única fuente de agua disponible en la base de este árbol solitario. Fue una rara oportunidad de obtener una foto tan clara y simétrica de estas hermosas aves en vuelo en medio del desierto. «Fotografía ganadora del primer premio en la categoría: Animal Habitat del concurso Australian Geographic Nature Photographer of the Year, organizado por el Museo de Australia del Sur».

Edición: La Tecla Crítica

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Mariana Moreno (Quito, 1994). Mi vida: una tragicomedia, nada más allá de lo circunstancial. Frágil como un cristal; peculiar, marginal y accidental. Mi oficio: dibujante de utopías, traficante de letras, lectora de sueños, amante de la vida. Mi cuerpo: una piel intérprete de realidades, dos retinas tejedoras de textos, doscientos seis huesos anclados a los desbordes de una existencia nómada y otros vicios implacables de esta vida.

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