Por primera vez desde el inicio de la epidemia de coronavirus, China no registró ningún caso de contaminación local, una victoria simbólica que le permite lanzar una campaña de ayuda internacional.
Otro dato optimista, en las últimas 24 horas China registró “solo” ocho muertos, totalizando 3.245 desde el inicio de la epidemia.
El miércoles, China entregó un millón de mascarillas a Francia, anunció el ministro francés de Relaciones Exteriores Jean-Yves Le Drian. En el primer avión que llegó a Francia también había trajes de protección y guantes médicos, precisó el embajador chino en París, Lu Shaye.
La semana pasada, China ya había enviado 1,8 millones de mascarillas para España e Italia, los dos países europeos con mayor cantidad de víctimas mortales.
La presidenta de la Comisión Europea, la alemana Ursula von der Leyen, anunció el miércoles que China iba a enviar próximamente una gran cantidad de suministro médicos. El material incluye dos millones de mascarillas quirúrgicas, 200.000 mascarillas de tipo N-95 (que protegen de la contaminación) y 50.000 test de detección.
El lunes, el presidente Xi Jinping prometió al jefe del gobierno italiano, Giuseppe Conte, en una conversación telefónica, que la ayuda china no va a cesar.
Especialistas chinos también viajaron a países fuera de la Unión Europea, como Irán o Irak, y otros se desplazarán pronto a Serbia.
China intenta restaurar su imagen dañada al comienzo de la pandemia y manifestó su «indignación» después de que el presidente estadounidense Donald Trump calificara al nuevo coronavirus de «virus chino».
Sin embargo, las autoridades no descartan el miedo al aumento de los casos importados debido al avance incontenible de la pandemia de COVID-19 en Europa, su nuevo epicentro, particularmente en Italia, España y Francia.