Tres investigadores del Instituto Superior Tecnológico Riobamba (ISTR), después de caer en cuenta del bajo nivel de razonamiento de sus estudiantes en las aulas se hicieron la siguiente pregunta: ¿cómo es que los estudiantes obtuvieron alto puntaje en la prueba ENES en habilidades de razonamiento abstracto y lógico, pero en la vida cotidiana no lo demostraban en clase? Esta es una pregunta que probablemente muchos docentes de tercer nivel y secundaria se hacen a diario.
Ximena Torres, Nancy Montoya y Edwin Tipán realizaron un proyecto de investigación en torno a la eficiencia del razonamiento de los estudiantes de primer semestre de la Tecnología Superior en Informática y Multimedia en el año 2016; tomaron como referencia el desempeño de los jóvenes en la asignatura “Fundamentos de Programación”, utilizaron el enfoque de “resolución de problemas” para sus clases y analizaron cómo lo usaron sus estudiantes.
Los investigadores necesitaban saber cómo es que los estudiantes que ingresaron a la carrera de Informática habían obtenido un puntaje relativamente alto en la prueba ENES en razonamiento abstracto y lógico, pero en el día a día de su desempeño en el ISTR presentaban mucha dificultad para resolver problemas lógicos. Como consecuencia, los estudiantes percibían que habían elegido mal la carrera o que el sistema coordinado por la SENESCYT y el INEVAL se había equivocado con ellos; además, no tenían mayor motivación para mantenerse en las aulas de esa carrera, entre otros factores asociados a la personalidad de los adolescentes.
Para la institución implicaba que no lograrían la eficiencia terminal necesaria y mucho menos la retención de sus estudiantes. Después de uno o dos semestres los chicos buscaban otras opciones para su formación de tercer nivel.
El resultado de la investigación fue poco alentador, los estudiantes presentaron niveles bajos en su capacidad de realizar procesamientos lógicos, inferencias, deducción, demostración directa e indirecta y en argumentación. ¿La solución? Los docentes elaboraron un manual para que los jóvenes aprendan todas las operaciones lógicas para luego transformarlas a lenguaje de programación. De esta forma, los investigadores del Instituto Superior Tecnológico Riobamba han contribuido a mejorar el razonamiento de los estudiantes de esta institución.
Es importante mencionar que, si bien el trabajo de investigación en las instituciones de tercer nivel técnico y tecnológico es reconocido con las horas de trabajo remuneradas por la institución rectora de educación superior del país. Por otro lado, existe una cantidad de recursos monetarios y no monetarios que no son reconocidos de manera directa, pero que sí se invierte en el trabajo de investigación. En este caso específico, aproximadamente USD 1.500 salieron de los bolsillos de los investigadores. Es más, sus ponencias sobre este proyecto en Cuba en la IX Convención Científica Internacional “Universidad Integradora e Innovadora” realizada en Matanzas, fue financiada por medio de crédito bancario personal.
Es importante exhortar a las autoridades vinculadas a la investigación en el país para que exista más incentivos para esta y otras investigaciones que se realizan en esta y otras instituciones. Y no está por demás felicitar el trabajo de investigación de estos docentes que han aportado a la calidad de la Educación Superior Técnica y Tecnológica.