Colaboración de: Ing. Eduardo Samaniego
Si lo que se pretende es terminar con la discriminación laboral y evitar el favorecimiento de cargos, el CV ciego se está convirtiendo en la herramienta más apropiada en los procesos de selección y reclutamiento de personal para cualquier tipo de organización.
El CV ciego consiste en mostrar tan solo la información de las competencias, títulos académicos, experiencia e idiomas de los postulantes; no así, aquellos aspectos como la foto, estado civil, género, edad, nombre y nacionalidad para evitar que quienes revisan los CV evidencien los prejuicios y estereotipos presentes en nuestra sociedad; principalmente aquellos que discriminan a los postulantes en una convocatoria a un puesto de trabajo por su nacionalidad, apariencia, etnia, sexo o edad.
El CV ciego es una herramienta utilizada en Europa, Estados Unidos y países desarrollados en la materia y en bienestar laboral; no obstante, existen desventajas considerando que se hace más lento el proceso de selección al no poder distinguir el perfil previamente y porque disminuye la productividad del Departamento de Talento Humano.
Lo más importante de la aplicación de esta herramienta es el compromiso del patrono con la igualdad, lo que demostrará una mentalidad más abierta que vaya de la mano con una sociedad en desarrollo, sobre todo si se busca a la persona más idónea para un puesto y que dé los mejores resultados en el trabajo.
Finalmente, se puede concluir que el CV ciego es una herramienta atractiva que puede implementarse en la cultura laboral del Ecuador, donde aun es necesario trabajar con las empresas, instituciones, profesionales de recursos humanos y plataformas de empleo, sobre el cumplimiento a cabalidad de toda la normativa legal vigente relacionada con el área.
Realmente, es aplicable el CV ciego en Ecuador, ya que, por ejemplo, la Ley Orgánica de Servicio Público (LOSEP) se sustenta “en los principios de equidad, igualdad, lealtad, oportunidad, participación, racionalidad, responsabilidad, solidaridad, transparencia y universalidad que promuevan la interculturalidad, igualdad y la no discriminación”.
Tan solo falta armonizar a los diferentes instrumentos vigentes con los principios antes mencionados, claro, si efectivamente queremos erradicar la discriminación laboral y también favorecer a los profesionales que merecen ocupar un cargo por mérito propio y no por palanqueos.