El acceso al Internet abre grandes fuentes de información y por ende la democratiza ampliando la llegada de ésta a más sectores de la población mundial. Sin embargo, el mayor acceso a Internet implica también el aumento de riesgos que enfrentan las niñas, niños y adolescentes. Sin duda es necesario disminuir la brecha tecnológica, pero, el acceso a Internet de niñas y niños debe ser adecuadamente introducido y guiado.

Según datos de la Unión Internacional de Telecomunicaciones ‘UIT’ con corte al año 2018, un total 437 millones de personas de Latinoamérica acceden a Internet; 30 de cada 100 niñas y niños utiliza Internet durante tres horas diarias. En los últimos cinco años se incrementaron en un 70% los materiales en línea que promueven el abuso y explotación sexual a la niñez, como pornografía infantil, turismo sexual, seducción y otros (Child Fund; Ciespal 2020). En el caso ecuatoriano, según información de Child Fund, 2 de cada 10 niñas y niños pueden estar en riesgo de sufrir maltrato o violencia en Internet. ¿Nos hemos preguntado a qué contenido están accediendo las niñas y niños? ¿A qué riesgos se enfrentan? ¿Cómo les estamos empoderando en sus derechos?

El abuso sexual contra niñas, niños y adolescentes no se produce únicamente con el contacto físico, un espacio de exponenciales riesgos es el Internet. Los menores que acceden, generalmente visitan sitios como youtube, facebook, whatsaap, google; en ellos, la información personal está expuesta, incluyendo fotografías, lugares donde frecuentan, amistades y familias, entre otros datos.

Además, la proliferación de perfiles falsos hace que muchas veces los agresores, encubiertos, tengan comunicación con niñas y niños a través de mecanismos de seducción y acciones para ganarse su confianza con el objeto de obtener beneficios sexuales. Es necesario tener en cuenta que un niño o niña siempre es víctima frente a su agresor, por lo tanto, no se puede minimizar la violencia y agresiones sexuales a los que se vean expuestos.

Así, la garantía de derechos de niñas y niños debe observar su interés superior, esto no quiere decir que se prive del uso de Internet a la niñez, ni que se oculte o manipule información sobre sus derechos; al contrario, es tarea de todas y todos, de las y los cuidadores, familias, docentes, instituciones públicas, privadas y organizaciones sociales, velar por los derechos de la niñez, guiando y acompañando efectivamente para enseñarles a auto protegerse a partir de que conozcan los riesgos a los que pueden exponerse, acompañado del desarrollo de su personalidad.

Las niñas y niños tienen derecho a acceder a información y tecnología sin exponerse a contenido violento o sexista. Por lo tanto, es fundamental que reciban educación sexual para identificar cuando estén siendo víctimas de violencia y abuso sexual con el fin de que lo puedan contar. No sólo el Internet está plagado de información atentatoria a los derechos de la niñez, la violencia sexual también se vive en los espacios más cercanos y entornos de confianza de las familias y cuidadores de las niñas y niños. Es hora de dimensionar los riesgos y tomar acciones cuyo punto de partida sea mirar a la niñez como sujetos de derechos.

Protejamos a la niñez garantizando sus derechos. Creamos en los testimonios de las niñas y niños cuando rompen el silencio frente a una agresión sexual, demos el valor que tienen y merecen, jamás minimicemos la violencia.

Artículo anteriorFiscalía comprobó su teoría en Caso Sobornos con su prueba testimonial y documental
Artículo siguienteManchada de sangre
Riobambeña. Abogada feminista, Ingeniera en Gestión de Gobiernos Seccionales. Especialista en Derechos Humanos y Máster en Sociología Política. Ha sido representante estudiantil universitaria en pregrado y pos grado. Formó parte de la Secretaría Nacional de Género de la Confederación de Estudiantes Universitarios. Directora académica del Instituto de Investigación Contracorriente. Docente, ponente e investigadora de género, feminismos y política contenciosa. Integrante del Movimiento Contracorriente. Autora del libro “Los principios de igualdad y no discriminación”. Actualmente se desempeña como Subdirectora Nacional de Acceso a la Justicia del Consejo de la Judicatura.

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here