Ayer vi tus pasos
perdiéndose en el asfalto
mojado de este invierno
huyendo por la vereda
alejándose de prisa
sin saber muy bien de qué
sin saber muy bien por qué
Alcancé a verte justo antes
de que doblarás la esquina
de siempre para camuflarte
hasta desaparecer
en el callejón sin salida
que tantas veces
te ha salvado la vida
Nunca entendí por qué
necesitaste huir
tú en cambio no entendías
porque tenías que quedarte
en esta cárcel de ojos
que se tuercen
y dedos que sentencian
No sabía que para ti era
el lugar para resistir
para tocar fondo
y, aun así
sobrevivir
me voy para existir, dijiste
y esa vez comprendí
Qué difícil es quedarse
cuando te empuja
el rechazo
pero también comprendí:
el secreto que no
se puede callar
debe ser contado
Estabas cansado de
andar en un solo pie
cruzando de una
celda a otra
sin razón
en una rayuela sin fin
sin corazón
Como cuando en la infancia
jugabas a esconderte
sin nadie que te buscara
sin que nadie quisiera
encontrarte
sin saber bien qué era eso
que era necesario esconder
Quieren que te retractes
que dudes pero
no les creas
tú sabes bien lo que eres
lo has sabido siempre
sabes exactamente
donde pintarte las pecas
Lo que no sabes es cómo
decirlo sin que se enfaden
sin que te escupan el rostro
sin que les ganen las ganas
de pisotearte como bicho
enjaularte como monstruo
medicarte como enfermo
Conmigo no te justifiques
recuerdo bien
cuando me dijiste
la lucha más bonita
debe ser rendirse
sin tener
que explicar nada
No quieren
toparse con tu mirada
desde sus sucios anteojos
quieren el mundo
como ellos dicen
con su amor unidireccional
levantando una muralla
No quieren ver
que naciste libre
que todos nacemos
para eso
no saben que tus alas
flotando en otra dirección
están también volando
Habría que preguntarse
quienes son los perversos
entonces
para reducir tu amor
deformarlo, estrujarlo
como una bola de papel
y hundirlo en el tacho
Como si ellos
fueran los únicos
que tienen derecho
a querer
como si fueran
los únicos
que saben cómo hacerlo
No saben
qué van a saber
de tus afectos
los aberrantes son ellos
que te miran desde arriba
con las narices frías
clavadas en sus versículos
Sin poder ver más allá
sin levantar la mirada
sin atreverse
a mirarte a los ojos:
saben que si lo hacen
no podrían condenarte
no podrían…
Si en tus ojos solo hay
el amor del que estás hecho
ese que quieres mostrar
que te inunda a borbotones
inocente en cautiverio
ese que ellos no entienden
no quieren entender
En esos ojos que yo vi
hay también miedo
hay también penas
pero no hay nada
que no pueda ser abrazado
porque no hay nada
que no se lo merezca
Prefieren quedarse ahí
señalándote con el dedo
embadurnado
de sus leyes asquerosas
sus predicciones insulsas
qué poca imaginación
tienen para querer
Prefieren ponerse a salvo
huir de ti
como de una peste
como si fueras temible,
contagioso
ojalá lo fuera
el amor
Tienes sed pero
los buenos samaritanos
están ocupados
lanzando piedras
al prójimo
limpiando sus cristales
con trapos inmundos
Te dan la espalda
con el agua en las manos
les cuesta tanto tragárselo
que prefieren
tirarlo al suelo
y fingir
que no te han visto
Pero por qué exageramos
si no es para tanto
si ellos soportan que existas
pero en silencio
pero en las sombras
en eterna cuarentena
y bien lejos de sus casas
Yo me arrodillo
y solo pido
que nos libren de nacer
en nidos que odian
entre parientes que apuñalan
porque el infierno sí existe
y es ese
El invierno está aquí
aun en pleno verano:
no hace falta morir, no
para irse al infierno
para vivir un infierno
basta con nacer
en este mundo.