La hermosa chica, fue vinculada a uno de los tantos casos de corrupción de los que dolorosamente hemos sido testigos, su novio un joven que al cumplir 19 años había logrado amasar una fortuna de un millón de dólares, hacen pensar, en verdad, que en nuestro país, si hay gente que vive una realidad paralela. Un prefecto elegido por mandato popular, tampoco sabía que el GAD provincial a su cargo había contratado, con honroso sobreprecio, varios insumos para enfrentar la emergencia sanitaria, con una empresa cuya titular es su esposa y los hijos de ella. Se mostró confundido y hasta indignado. Gran papel del caballero, ex gloria del fútbol nacional, único mérito que le permitió llegar a tal designación.
Cómo si esto no fuera suficiente, un ex presidente, precedido por el llanto desesperado de su nuera, vuelve a prisión por otro bullado caso de corrupción. Con sus dotes actorales, solo pronuncia su épica frase…”lo sabía”.
Mientras tanto, en nuestra ciudad cientos de ciudadanos deben hacer largas filas ante la oficina de la Contraloría para presentar el documento que se exige para poder desempeñarse como servidor público. ¿Cuánto gana el promedio de estos ecuatorianos? Quizá USD 700 u USD 800, pero con ellos el gobierno es implacable, mientras que con quienes roban a su antojo, parece ser bastante permisivo.
Estos hechos no solo llenan de indignación, sino que nos obligan a reflexionar sobre “las realidades paralelas o diferentes” que tenemos en este país multidiverso. A luchar, para que un día la justicia llegue a todos y las diferencias y privilegios desaparezcan.