Las gobernaciones del país han encontrado en la empresa privada un aliado solidario para ayudar a la población más vulnerable, reconocer el trabajo de los funcionarios de la salud, así como de las fuerzas del orden que están en primera línea, enfrentando al COVID-19.
Según informó un comunicado de la Secretaría General de Comunicación de la Presidencia, en Imbabura se inició la confección de 15.000 mascarillas, gracias a una alianza estratégica entre varias asociaciones de la economía popular y solidaria de la provincia, empresas privadas de Quito e instituciones públicas. Todo bajo la coordinación de la gobernación.
La tela fue donada por empresas quiteñas; mientras, la elaboración está a cargo de los integrantes de las asociaciones Asotex Unides, Asoviprog, Asoprotexsep, Asotexjupro, Asopromefu, Asoprotexhisu, Creando Futuro, Asoprotecase y la Asociación de Desarrollo Social e Integral Pucahuaico.
En Chimborazo, mediante autogestión y donaciones de la empresa privada y la ciudadanía, la gobernación atiende a poblaciones vulnerables con la entrega de ayuda humanitaria.
La asistencia comprende kits de alimentos y artículos de uso esencial para enfrentar el virus, como mascarillas y alcohol. Gracias al aporte ciudadano, el Centro de Rehabilitación Social (CRS) de Riobamba cuenta con un lote de guantes y mascarillas para uso de los internos.
Asimismo, una entidad financiera entregó prendas de protección que serán distribuidas entre el personal que trabaja para enfrentar la crisis sanitaria en la provincia.