Lucy Novillo Heredia es una riobambeña sencilla, sin banalidades. Ha pasado toda su vida luchando por la dignidad de los pueblos, porque como dice «no hay pobres, sino empobrecidos». Siente que la política necesita tener rostro de mujer, es decir, de justicia y equidad social; más allá de los proyectos de eficiencia tecnocrática, es fundamental re-pensar los espacios de participación, organización y políticas públicas.
En una amena conversación para «El Espectador Chimborazo», Lucy Novillo reveló su carácter más íntimo, el amor por sus padres y sus «guaguas» aunque ya sean mayores de edad, pero sobre todo, su incansable trabajo social, académico y político, el cual considera vital para transformar las realidades sociales de Chimborazo.
A continuación, la primera edición del repertorio de encuentros con «Mujeres que Inspiran»: una iniciativa de este medio digital que quiere ofrecer a la ciudadanía espacios periodísticos con enfoque de género.
Un legado a favor de los desposeídos
Lucy Novillo es la última hija de César Novillo y Lidia Heredia, el primero agricultor y la madre maestra. Vino a Riobamba en la década de los 70 con sus padres a causa de la migración del campo a la ciudad, «viví toda mi vida en el barrio popular La Joya de Riobamba», relata.
Con nostalgia, cuenta que desde muy pequeña sus padres se relacionaron con las Comunidades Eclesiales de Base (CEB) y especialmente su «ñaño» (hermano) menor fue muy cercano a Monseñor Leonidas Proaño. Éste fue su inspiración.
«Yo recuerdo con mucha alegría como mi padre recibía a los indígenas de Cebadas que no tenían donde quedarse y él les abría las puertas. Siempre había espacio para ellos y aprendí que donde comen 2, comen 7″.
Lucy Novillo Heredia y su aprendizaje sobre la igualdad
No hay pobres, sino empobrecidos
A propósito de la desigualdad social, Novillo explica que todas las personas nacen con talentos y habilidades únicas, el problema es que han sido empobrecidas porque viven en un país que no les dio oportunidad a todos, «yo ahora entiendo que allí empezó mi formación, el porqué me gusta y me apasiona la política. Mis padres hacían política cuando compartían lo que tenían y eso marcó mi vida», sentenció.
De su padre, recuerda una constante frase que le repetía siempre:»en la vida podemos perder todo, menos la dignidad» y explica que sobre eso mantuvo un profundo respeto, cuidándose de no olvidar sus raíces familiares. Narra que su padre llegaba del trabajo y siempre estaba leyendo pese a que no había concluido primaria.
«Yo recuerdo que mi papá siempre comentaba todo lo que pasaba en el país. Un día dijo que al día siguiente llegaba Rodrigo Borja. ¡Vamos a verle!, me insistió y yo pensaba que mi papá era muy importante y solo era un ciudadano más que le gustaba acercarse a la realidad. Luego, él fue teniente político y me decía: ¡mijita, luego del presidente, aquí mando yo! (risas). Mi papá me hizo sentir que era una persona buena e importante y eso sirvió para mi autoestima porque podíamos ser pobres pero siempre con una autoestima alta»
Lucy Novillo Heredia sobre su padre
El reto de la maternidad a muy temprana edad
Para Lucy Novillo, es urgente cerrar la brecha de desigualdad en educación y formación de mujeres, y niñas ecuatorianas, «sé lo difícil que es enfrentarse a una ciudad y a un mundo lleno de prejuicios, y sino hay ese acompañamiento educativo, una se siente muy sola», recalcó.
Casarse y ser madre muy joven la colocó en un mundo desbordado de retos, que asegura enfrentó sin cortapisas. Trabajó y estudió a la vez, pero no fue fácil, «cuando se tienen oportunidades, se puede surgir y eso en una primera instancia lo da la familia, luego los gobiernos», añade.
Indica que a muchas mujeres les ha tocado difícil, porque han querido desertar de los estudios y esa situación le causa indignación porque no hay políticas públicas inclusivas para ellas.
Periodismo, antropología y experiencia
De formación es periodista, pero dice que su vocación la descubrió muy joven cuando su madre le inculcó el amor por leer, cantar y recitar, lo que asegura fue el preludio de su profesión, «eso hizo que yo me decidiera muy pronto -al vuelo- a ser periodista», afirmó. De hecho, recuerda un poema que siempre recitaba y que se lo enseñó su progenitora.
«Mi maestra me dice: qué chica tan lista, tengo yo para mi que ser periodista, hoy todos me dicen que solo hago daños, me dejan en casa, se van de visita, con el pretexto que soy chiquita, llegaré a grande de eso tengo ansia entonces verán que soy de importancia»
Poema recitado por Lucy Novillo desde niña
Posteriormente, afincada en la visión de Monseñor Leonidas Proaño, explica que luchó por la comunicación como un derecho connatural de las personas y que ésta es posible en la medida «que hacemos común los problemas, pero también los sueños». Más adelante, entendió que desde la comunicación se puede servir y que solo contar lo que estaba pasando en las pequeñas localidades le servía muchísimo a la gente, «me empecé a enamorar de esta comunicación que no es corporativa, la cual yo respeto, pero que al final no resuelve los problemas de la gente», prosiguió.
En ese contexto, tuvo un profesor que pese a «querer tirar la toalla» en varias ocasiones por ser madre trabajadora, le impulsó a seguir adelante y éste le acercó a la comunicación para el desarrollo.
Consiguientemente, su trabajo en cooperación internacional la llevó a cubrir gran parte de los territorios desfavorecidos por las políticas públicas. Laboró en el Grupo Social Fondo Ecuatoriano Populorum Progressio (FEPP). Allí aprendió a trabajar con la gente en proyectos productivos y de diversas áreas.
En cuanto a la antropología, reveló que tiene a una gran referente que es una mujer feminista decolonial: Ivonne Carrera. La antropología le enseñó, entre otras cosas, a no tener religión y a entender los procesos étnicos, «la universidad me dio las categorías, yo ya tenía la práctica». Allí comprendió que las profesiones no tienen sentido si no se aterrizan en la realidad. Su trayectoria también la construyó en trabajos con colectivos ambientalistas, feministas, indígenas, instituciones legislativas y más.
Finalmente, ocupó cargos de dirección de Relaciones Públicas en la Escuela Politécnica de Chimborazo (ESPOCH) y en la Universidad Nacional de Chimborazo (UNACH) es docente, fue coordinadora del Centro de Emprendimientos y actualmente es miembro del Comité de Internacionalización.
La mujer política
Novillo recordó cuando en sexto curso se metió al gobierno estudiantil, haciendo énfasis en las cosas que prometió (risas), pero rescatando el carácter rebelde, irreverente y comprometido que siempre tuvo.
Sobre la creación del Movimiento Indígena Pachakutik (MUPP), asegura que grandes líderes indígenas y mestizos -como su hermano- formaron esta organización junto a la iglesia del pueblo de Chimborazo. Se considera parte de las «semillitas del MUPP».
Sostuvo que cuando el MUPP era un movimiento y no un partido, no se había contaminado, ya que era «un Pachakutik que mantenía los ideales de Proaño: de revivir la economía, la cultura y los conocimientos propios», enunció.
«Los líderes vienen de abajo»
Para ella es muy importante que los líderes vengan del pueblo, «el MUPP falló porque tenemos todo un sistema gigante que nos rebasa y porque gran parte de los líderes indígenas y mestizos decidieron no continuar con la esencia misma; algunos se aprovecharon de nombres, de gente que viene desde abajo», sostuvo.
«Un líder tiene que formarse desde abajo, desde el servicio a la gente, porque si yo vengo de allí voy a entender las realidades del pueblo y nunca me voy a olvidar de servir»
Lucy Novillo sobre los líderes
Su relación con la política se mantiene a pesar de no estar siempre en la esfera pública, porque para ella radica en otros principios como la coherencia. En las pasadas elecciones del 24 de marzo aceptó ser candidata a viceprefecta, aclarando que aunque no tenía dinero, tenía el acercamiento con la gente que la conocía por todo el trabajo realizado.
Su candidatura fue todo un reto, porque para las mujeres es sumamente difícil participar políticamente sin ser señaladas o cuestionadas.
Aseguró que se han invertido grandes recursos internacionales en Colta y Guamote, pero aún «no pasa nada» porque hay insensibilidad y corrupción de los gobernantes, por lo que es necesario involucrarse en estos asuntos. Situación que le preocupa inexorablemente.
Una mujer que inspira
Esta dirigente política de sonrisa invaluable y espíritu certero, considera que ser mujer es de las responsabilidades más grandes que existe porque, «estamos en un sistema patriarcal y racista; tenemos que aprender a des-aprender y zafarnos del pensamiento colonialista. También, el dinero es otra de las variables que nos impide activarnos políticamente, ya que las leyes electorales y los procesos privilegian favores y prebendas, colocándonos en desventaja», cerró.
Así es la vida de Lucy Novillo con sus constantes luchas, sus capacidades y sus triunfos. Una mujer que le apuesta a las causas justas, a transformar la provincia con liderazgos «desde abajo» y la mirada puesta en la dignidad, la familia y la comunicación liberadora.
Ella, como muchas mujeres de Chimborazo, Ecuador y Latinoamérica han dedicado sus vidas a los demás, sin importar las desigualdades que el sistema impone. Han trabajo, luchado y vivido siendo mujeres, aunque eso implique sacrificios estructurales que tienen que ver con los hijos, las compañías y los afectos.