
Este lunes, miles de personas huyeron de sus casas y viñedos en el Valle de Napa, en California, debido a los incendios que se desplazan a gran velocidad por el oeste de Estados Unidos. Los incendios amenazan a miles de hogares en Napa y Sonoma.
Una nueva ola de calor sofocante ha facilitado que el fuego consuma las casas y viñedos, que caracterizan el sector. Denominado como de un “ritmo peligroso de prolongación”, las llamas han arrasado, hasta el lunes, con alrededor de 4500 hectáreas, según información proporcionada por el el Departamento de Bosques y Protección contra Incendios de California (Cal Fire).
«Salvamos la bodega anoche, pero todo lo demás se perdió», dijo a la revista Wine Spectator, Tuck Beckstoffer, presidente de un viñedo de ocho hectáreas cerca de Santa Helena. Hasta el momento se conoce de la evacuación de varias comunidades, entre ellas, Calistoga, en la cima del valle de Napa conocida por sus aguas termales y por ser una plataforma para el turismo del vino.
Al menos 34 mil residentes fueron evacuados y otros 14 mil recibieron la orden de prepararse para salir de inmediato, ante el “crecimiento explosivo del fuego” que ardía a través de la vegetación seca de un escarpado terreno montañoso, dijeron los funcionarios.
Durante la mañana y tarde del lunes, fuertes vientos con ráfagas de hasta 90 km/h esparcían brasas y fuego. Sin embargo, los vientos “se estabilizarán por la noche, lo que debería ayudarnos”, estimó el gobernador de California, Gavin Newsom, en declaraciones dadas a la Agencia AFP.
Más de 1 000 bomberos luchan por controlar las llamas en una región que “ha sido golpeada una y otra vez”, explicó Newsom, que achaca al cambio climático la gravedad de los recientes incendios.
Cinco de los seis incendios forestales más destructivos de la historia de California se encendieron el mes pasado y siguen ardiendo, según Cal Fire.