Vivimos una etapa de distanciamiento social y ahora nos aprestamos a volver en un número reducido a nuestras actividades diarias. De ahí que, muchos científicos buscan una manera sencilla de aplicar fórmulas matemáticas con el fin de reducir el rebrote del Covid-19 al ingreso a escuelas, colegios y universidades.
Una novedosa fórmula “4-10” creada por los científicos israelitas Uri Alon y Ron Milo, del Instituto de Ciencias Weizmann consiste en atacar los puntos débiles del Covid-19, por medio de este método. Se apoya en el periodo de 3 días que transcurre entre un individuo contagiado y pasa a ser contagiosa hacia otras personas.
Para ejemplarizar la aplicación en nuestras aulas: el grupo A en la primera semana asistirá a clases de lunes a jueves, mientras el grupo B está en confinamiento. En la segunda semana, el grupo B, también asistirá de lunes a jueves; de igual manera, el grupo A entrará en confinamiento la segunda semana.
Mientras tanto, los días viernes no asistirán los alumnos a los establecimientos educativos; por lo tanto, ese día será destinado a la desinfección de todos los lugares que frecuentaron los grupos de estudiantes A y B. En este ciclo de dos semanas continúa el proceso de enseñanza a distancia.
Superado los 10 días de aislamiento en el hogar y haber cumplido el ciclo de dos semanas del Covid-19. Los estudiantes no correrían riesgos de contagiarse de forma masiva. De la misma manera, se busca que en este método coincidan con los padres de familia y sus hijos en los mismos días de confinamiento, tanto trabajo y asistencia a clases.
En conclusión, la simplicidad de esta estrategia cíclica, es fácil de entender y aplicar en una nueva forma de asistir a clases, sin que implique mayores riesgos, especialmente para los más pequeños de la casa.