El Día de los Difuntos o Finados es un acontecimiento de la cultura ecuatoriana. La celebración del este día se realiza cada 2 de noviembre conmemorando la partida de un ser querido.
Se tiene por costumbre visitar los cementerios donde se encuentra su última morada, arreglar su tumba, colocar flores, y en un acto de fe realizar unas oraciones para el descanso de su alma.
La tradición que acompaña a este día implica saborear una deliciosa colada morada, acompañada de las famosas guaguas de pan, en compañía de sus familiares y amigos más allegados y con el recuerdo presente de aquellos que ya no nos acompañan en esta vida.
En la cosmovisión indígena, los muertos no mueren, sino que pasan a otra vida donde el diálogo es posible. Los ingredientes principales para mantener el contacto con los muertos, son el champús y el pan amasado en casa.
La preparación del champús, el alimento ritual funerario de los pueblos del norte, requiere harina de maíz, panela y hojas verdes de limón. Este alimento es consumido exclusivamente en noviembre o en los funerales de adultos y es considerada como la colada predilecta de los muertos.
Estas tradiciones, mantienen vivo el espíritu de nuestro pueblo, que no ha perdido el amor por sus raíces. En estos días, quizá los cementerios no sean visitados como en otros años por la pandemia que nos aqueja; sin embargo, el recuerdo de quienes partieron está latente.
Que vivamos cada día como el último y que valoremos a las personas que tenemos a nuestro lado, para que el arrepentimiento no llegue, tarde como siempre.