El cinco de mayo se informó que el Pentágono estadounidense está rastreando un cohete chino que está fuera de control. Se dice que el mismo estará listo para ingresar a la atmósfera de la Tierra esta semana. Lo que es preocupante, es el sitio en donde puedan estrellarse sus desechos.
Según un comunicado de Mike Howard, portavoz del Departamento de Defensa, se espera que el cohete chino, Long March 5B, ingrese a la atmósfera el 8 de mayo. Es por ello que el Comando Espacial de Estados Unidos está rastreando la trayectoria del cohete.
El portal Primicias, menciona que la mayoría de los objetos de desechos espaciales se queman en la atmósfera. Pero lo que genera preocupación es que el tamaño y el peso del cohete, —de 22 toneladas—, ya que algunas de sus partes más grandes pueden ingresar nuevamente a la Tierra. De esta forma causarían daños si golpean zonas habitadas.
Por otra parte, Jonathan McDowell, experto del centro de Astrofísica de la Universidad de Harvard, es optimista, y menciona que este «no es el fin de los días». Él no considera que es un riesgo bastante pequeño que generen algún daño o que golpeen a alguien. También afirma que es casi imposible señalar hacia dónde podrían dirigirse los escombros. Pero lo más probable es que sea el océano en donde caerán los desperdicios.
