«Es un tema súper complicado, porque es un problema genético que hay que abordarlo desde el debido foro», fue como catalogó a la existencia de las clínicas de deshomosexualización el binomio presidencial de Guillermo Lasso, en la campaña por la primera vuelta electoral.
Es por ello que, a través de su cuenta de Twitter, Alfredo Borrero, pidió disculpas por las respuestas que dio en ese momento. Y aclara que, como médico sabe que «la homosexualidad no es una enfermedad sino una variable de la orientación sexual, que no debe ser motivo de discriminación, por lo tanto esas clínicas no deben existir».
Al momento que salió esta entrevista, el colectivo Nina Warmi, publicó que el «candidato a vicepresidente de CREO no se ha enterado que la OMS eliminó, en 1990 a la homosexualidad de su lista de enfermedad». Y también recordó que estos centros cometen el delito de tortura, tipificado en el Código Orgánico Integral Penal, en el artículo 151, en su numeral 3.
Estas rectificaciones surgen desde que Lasso optó por cambiar de estrategia y mencionó que se incluiría «algunas causas» en su plan de Gobierno, que no las tomó en cuenta en la primera vuelta. Como «la igualdad laboral de la mujer ecuatoriana, la inquietud por la ideología de género» —que le costó, igual, algunas críticas—, y los derechos reproductivos de la mujer.