
El pasado viernes 13 de noviembre seis vagones de la Empresa de Ferrocarriles del Ecuador fueron trasladados desde Chimborazo hacia Cotopaxi, en donde fueron chatarrizados.
Todo empezó en septiembre pasado, para deshacerse de piezas del sistema operativo de la red ferroviaria.
En ese mes se conformó un comité para la chatarrización de esas partes y ya para el 7 de octubre se invitó a 21 empresas para que hagan sus ofertas. Al final, la ganadora fue Bioreciclar que ofreció 282,5 dólares por tonelada y pagó en total USD 23.730 por los vagones que fueron procesados en Novacero.
Estos vagones no formaban parte del inventario del patrimonio cultural, pero este viernes 20 de noviembre el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC) expresó, a través de un comunicado, su preocupación por el destino de estos seis vagones, ya que la Empresa de Ferrocarriles del Ecuador habría hecho caso omiso a una recomendación.
En la red social Twitter del INPC se difundió el boletín en donde señala que ellos emitieron un informe sobre nueve vagones que se encontraban en los talleres de Riobamba. Aunque ninguno formaba parte del patrimonio cultural ecuatoriano, el INPC dijo que: «esos objetos estaban en buen estado, en buenas condiciones, para preservarlos como elementos museables pese a no ser patrimonial».