Hoy escuché a mi alma  llena de ruido
Que al corazón solo mortificaba 
Quemando como un incendio sin fluido
El pecho no que  aguantaba 
Solo lloraba, añoraba y pedía, tranquilidad sin agonía. 

Llegué a sentir que mis piernas me dominaban 
Ellas solo trataban de estirarse, fugarse,
Las pobres por fin se dieron cuenta del peso que cargaban, 
Y decidieron dejar de frustrarse.
En fin querían dejar de cansarse.

Tomé lo que debía para protegerme del enemigo silencioso
Lista para desdeñar aquello 
Que resultaba pretencioso.
O tal vez ante los ojos correctos bello. 

Busqué a mi alma entre rejas y rejas de casas desconocidas 
Entre grava y pasto intoxicado 
Pedaleé para encontrar mi paz en aquellas  cosas podridas
Entonces me culpé por no haberlo recordado 

Que aquella banca, tan inútil, tan solitaria 
Quedaba cerca, muy cerca de mi casa.
Existía y
Me paré frente a ella sin poder tocarla  y en una plegaria
Le pedí que me diera felicidad a un elemento que también fracasaba
Porque no pude tocarla, no pude sentirla por temor a intoxicarme.

Pude mirarla sin las flores color lila pues estaban cortadas
Y sin su brillo de hace dos años, 
Pobre mi banca en donde esperaba con mis armas cansadas
Pobre de mi banca sentimental  de dos años.

Pero vieja y sin compañía, aún pude ver lo que traía, 
Era un cofre de recuerdos, que aunque ya muertos, 
En el alma de uno de ellos, aún vivía, 
Y era yo, aún me alimentaban, aún me consolaban. 

Aquella banca en donde nuestros corazones sin rencores, sin temores
Latieron por primera vez, al ritmo uno, del otro, almas encontradas
No lo vi pero sentí mil amores
En tu voz, decidida, nerviosa, emocionada con nuestras mentes acaloradas. 

Y si aún me amaras, sintieras lo congelada que está la banca
Que perdió sus lilas y ahora nadie la toca 
Ella ahora me hace tirar una lágrima blanca
Que si aún sintieras por mí algo más que lo que siente una roca
Desbordaría tu vaso de inseguridades  y nos darían esperanza. 

Pero ya no estoy para divagar
Llorar o acorralar y recordar.
Aquello que no existe, 
Solo vine a decir que esa banca tiene ambas almas, 

Y que regresaré ahí,
En donde tú sin saberlo y yo sin olvidarlo
Dejamos un amor puro que ahora…
Y tal vez en el futuro
Me ayudará a seguir. 

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