El 23 de febrero se dio uno de los hechos más violentos de los últimos años en el país. El amotinamiento en 4 cárceles, dejaron como saldo 79 reos asesinados, entre descuartizados y decapitados. El director del Servicio Nacional de Atención Integral de Personas Adultas Privadas de la Libertad y Adolescentes Infractores —SNAI— Edmundo Moncayo, reconoció que no se pudo aplicar el plan que se desarrolló para mejorar el sistema penitenciario. Él menciona que es por una necesidad de mayor esfuerzos financieros.
Ante esto, los candidatos presidenciables, Guillermo Lasso y Andrés Arauz, mostraron sus posturas en ante la crisis carcelaria que se vive en el país. Ambos coinciden en «asumir el liderazgo» de la situación para hacerle frente a la convulsión que se vive en los Centros de Rehabilitación Social.
Andrés Araúz, en una entrevista para La Voz del Tomebamba, mencionó que actuará «de forma inmediata por la seguridad de la ciudadanía». Menciona que no tiene «temor» de asumir el liderazgo y el control de la seguridad porque «sabemos cómo hacerlo». Entre sus propuestas están la incorporación a más policías y construir «250 Unidad de Policías Comunitarias en todo el territorio nacional».
A través de sus redes sociales, Guillermo Lasso habló sobre la crisis carcelaria en Ecuador. «El estallido del día 23 de febrero, es el resultado de un modelo de cárceles gigantes hacinadas, en la que los detenidos, por todo tipo de delito, se mezclan», los mismos que están a cargo de un cuerpo de seguridad «ajeno a la Policía Nacional».
Lasso considera que el SNAI es insuficiente en «número y capacidades» y es propenso a «ser corrompido». Para el candidato, «el gobierno actual como el anterior —el correísmo— deben asumir su responsabilidad en la crisis de los Derechos Humanos que se viven en las cárceles de las país». En su gobierno, destaca, la prioridad será el combate de la violencia y el crimen.